Gracias a la Instrucción de Mendizábal de septiembre de 1835, que recupera, con carácter general, la institución de las Diputaciones provinciales, extinguidas desde 1823, se produce el proceso electoral y la reinstalación, ésta vez ya la definitiva, de la Diputación de Jaén. Proceso electoral realizado en los pueblos de Jaén, así como en sus capitales de partido, desde el día 6 hasta el día 12 de noviembre de 1835.

Con la presencia de Bartolomé Marín y Tauste, Gobernador Civil y Presidente de la Diputación provincial, y del Intendente y Vicepresidente de la misma, Manuel González Bravo, se presentaron 8 de los 11 diputados electos. Acto seguido y dándose lectura al articulado de la Instrucción de 21 de septiembre de 1835 dada por Mendizábal, el Presidente de la Diputación, Tauste, verificó la presentación de credenciales de todos los diputados y acto seguido tomó el juramento oportuno a cada uno de ellos.

Con esta actitud de recuperación de la institución provincial, Jaén vuelve a ser de las pioneras en restablecer la Diputación, al ser la quinta, antes incluso que las de la Capital del reino o de otras importantes provincias, tal y como se verifica en el cuadro siguiente: