Colegio de niños y niñas huérfanos

 El primero en fundarse es el colegio de huérfanas de Tomás de Vera y Prado. Comenzó este caballero por recoger en su propia casa, junto a la puerta de Baeza, a algunas niñas huérfanas, asistiéndolas y adoctrinándolas durante doce años. Decidió entonces continuar esta obra benéfica fundando un colegio para este fin, lo que llevará a cabo por escritura de 18 de julio de 1700. El colegio se funda bajo la advocación de la Visitación de Nuestra Señora y servirá de recogimiento de doce niñas huérfanas de padre y madre, pobres de solemnidad y con una edad de 3 a 10 años, pudiendo permanecer en él hasta los 16. Por otra parte, en 1699 la ciudad decide fundar un colegio de huérfanos con el objeto de recoger a los niños vagabundos y enseñarles doctrina cristiana, a leer y escribir. Tomás de Vera ofreció para tal fin unas casas inmediatas a aquellas donde él había fundado el recogimiento de niñas. La fundación y ordenanzas para el régimen y gobierno del colegio serán aprobadas por Real Provisión de 7 de abril del mismo año. Se mantendrá el colegio hasta 1804, en que queda unido al Hospicio de pobres en virtud de Real Orden de 10 de octubre, con la condición de no alterarse sus fines y conservando el Ayuntamiento el derecho a nombrar los niños que han de ser admitidos pero sin intervenir en la administración y manejo de caudales.
Volver al inicio de la web