Movilidad Sostenible

  

El patrón de la movilidad en zonas urbanas en las últimas décadas se caracteriza por hábitos poco sostenibles como consecuencia de la dependencia del nivel de motorización, que junto con la continua expansión urbana producen un gran consumo de espacio y energía y unos impactos medioambientales que ponen de relieve la necesidad de lograr un sistema de transporte urbano bien concebido que sea menos dependiente de los combustibles fósiles.

Toda esta situación hace que el incremento del parque móvil impacte sobre las ciudades afectando a su equilibrio social, económico y medioambiental provocando que la salud, las actividades cotidianas, y en definitiva, la calidad de vida de la ciudadanía se vea afectada. Entre las consecuencias más importantes podemos destacar:  

  • Incremento del consumo energético.
  • Aumento de la contaminación atmosférica.
  • Aumento del ruido.
  • Disminución de la seguridad viaria.
  • Efectos negativos sobre la salud.
  • Aumento de los costes de congestión.
  • Aumento de la exclusión social.
  • Ocupación creciente del espacio.
  • Efecto barrera en la ciudad.
  • Generación de costes externos. 

Se debe asegurar por tanto, un equilibrio entre las necesidades de movilidad y accesibilidad, favoreciendo la protección del medio ambiente, la cohesión social y el desarrollo económico. Hay que proporcionar para ello alternativas al vehículo privado cada vez más sostenibles, eficaces y confortables, concienciando de la necesidad de hacer un uso más eficiente del vehículo privado.

Esta tendencia hacia el desarrollo del transporte sostenible es sin duda la única forma de abordar toda la problemática planteada, reportando una serie de beneficios en aquellas ciudades donde se implanten.

Por lo tanto, los cambios de tendencia con respecto al desarrollo urbano registrado en los últimos años se caracterizan por el abandono del vehículo privado como principal modo de transporte urbano, y la apuesta decidida por incrementar la cuota de participación de la movilidad municipal por parte del transporte público y los modos no motorizados.

Este aspecto se ha de lograr no sólo incidiendo en la planificación urbanística y la oferta de transporte; ha de venir acompañado por un cambio en la percepción del usuario de la mejor alternativa de movilidad para su desplazamiento.

La movilidad sostenible ha de enmarcar y coordinar tres aspectos fundamentales del medio ambiente urbano, como son:

  • Medio Ambiente, con la reducción de la carga al sistema ambiental
  • Medio Económico, con la gestión eficiente de la accesibilidad y la reducción de costes del transporte
  • Medio Social, con la mejora de la calidad de vida urbana

 Planes de Movilidad Urbana Sostenible

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